Montse Rubio – Sáhara, abril 2017

“Del desierto me llevo el silencio. Mi silencio.”

Ha sido un viaje de desconexión del exterior para conectar con lo más importante: mi interior y lo que realmente es importante y vale la pena. El desierto me ha permitido conectar con lo esencial, aquello que es invisible a los ojos y me vuelvo a casa enamorada. Enamorada de la vida y del desierto del sur de Marruecos. De su majestuosidad y su espiritualidad. Gracias, Òscar, por permitir a las personas que arriesgamos, vivir una experiencia única e inolvidable. El desierto me acompañará siempre donde quiera que vaya.