“La mejor experiencia que he tenido en mi vida.”
El agua purifica el cuerpo y el desierto purifica el alma. Ésta fue la primera frase que escuchamos después de pasar una semana inmersos en el desierto y la que simplifica lo que viví allí. La experiencia de estar durante unos días sin estímulos externos, y la facilidad en que los sentidos, de repente, solo saben mirar hacia adentro es espectacular. Durante los días en el desierto disfrutas del silencio que hay en él. Gracias a la magia del desierto descubres partes de ti que estaban en la otra parte de la duna y que desde allí puedes visualizarlas y reconocerlas. La mejor experiencia que he tenido en mi vida.100% recomendable a todo el mundo.